Los niños rehuyen por instinto la altura media, y no es sólo una cuestión de estatura, forma parte de una estrategia infante para mantener a salvo los secretos, lugar de culto de celebración de los misterios. El escondrijo elegido estará al resguardo de las miradas de los adultos, por encima de su campo de visión, la cabaña en el árbol, el altillo de la casa, arriba de los armarios, o por debajo, a ras del suelo, escondido entre la maleza o debajo de una mesa. El sitio en sí tanto da mientras permita mirar sin ser visto y proporcione una perspectiva diferente de las cosas. El niño quiere ver y vivir en un mundo extremo, alejado de la zona media, demasiado concurrida y aburrida; el túnel, la madriguera, la caverna, no son sino maneras de dar vida e interés al espacio, de dotar de sentido a una existencia que necesita, con urgencia, la aventura, magia y sorpresa que el mundo de los niños del pasado, a medida que creen hacerse mayores, olvida, sepulta y mancilla. La prioridad del lugar único y secreto, refugio seguro, es una de las muchas cosas que los niños comparten con los animales.
Mostrando entradas con la etiqueta animal. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta animal. Mostrar todas las entradas
VIII
Etiquetas:
altura media,
animal,
aventura,
escondrijo,
infancia,
infante,
madriguera,
magia,
mirar sin ser visto,
refugio,
secreto,
sorpresa,
túnel
IV
Los niños, y mucho menos los animales, nunca entenderán por qué no tenemos tiempo para jugar, qué puede haber de tanta importancia, más importante que el juego. Las miradas de incredulidad y la sonrisa apenas disimulada, así lo demuestran. El resto del mundo no son sino unos locos laboriosos, a lo sumo algo divertidos o ridículos, siempre ocupados en cosas aburridas, que no llevan a ninguna parte. Cuando algún día lo comprendan, estarán perdidos, ya no habrá nada qué hacer, el mundo dejará de ser un lugar para jugar, una ocasión, y los otros, compañeros de juego. En cambio, la falta de comprensión radical de los animales, imbuidos de lo perceptivo hasta un grado que la especie humana jamás podrá alcanzar, representa su tabla de salvación. Al no comprender en absoluto, no hay nada en la tierra que los pueda condenar; su muerte nunca implica una rendición, una conciencia sometida, viven y mueren libres, incluso en las peores condiciones de cautividad, porque no interiorizan la situación en la que se encuentran, exterioridad pródiga o aniquiladora. El hombre es el único animal esclavo.
Etiquetas:
animal,
cautividad,
comprensión,
condena,
esclavo,
juego,
mundo,
niño,
rendición,
salvación
II
Llamar "infantil" a un niño con tono despreciativo, es lo mismo que llamar "animal" a un perro, con ánimo de tenerlo en poca estima. Es una afirmación como mínimo superflua, si no síntoma de algo mucho peor; por un lado es evidente que lo es, por otro, sólo indica la perspectiva distorsionada con la que se contempla un fenómeno, la irritación, el gusano de la consciencia que roe el alma y no soporta la dicha ajena, el estallido de la vida. Además, no hay nada más serio y menos infantil que un niño jugando; la extrema concentración, el cuidado con que despliega y prepara el escenario de una batalla durante horas, la disposición de los elementos, el uso constante de la figuración para crear realidad a partir de la nada, para conjurar lo que no existe y darle existencia, la animación imbuida a todas las cosas, el aprovechamiento imaginativo de cualquier material, director y actor partícipe del evento que diseña, invención de un papel disperso en mil caracterizaciones, (video)juego materializado delante de sus ojos, mundo que cobra vida. El niño es un creador de mundos y todo aquel que crea mundos es niño que juega; aunque a diferencia del hacedor de una u otra religión, es un creador que ríe, todavía sabe reír, y se toma cada creación como un juego, una recreación en la que participa con entusiasmo, alborozado. Nada está escrito en la mente de un niño; la risa sólo es la consecuencia de esta liberación.
Etiquetas:
animal,
creación,
figuración,
gusano de la consciencia,
infantilismo,
juego,
mundo,
niño,
risa,
seriedad